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As primeiras notícias sobre o Bairro Gótico
«Se decía al principio que todo este conjunto de calles recibía el nombre de “Barrio Gótico”, denominación de mayor o menor fortuna pero que encaja perfectamente en su entorno histórico; pero de unos años acá, sobre la década de los 90 del pasado siglo, comenzó a llamarse “Barrio Gótico-Judío”, luego pasó a “Judío-Gótico”, y durante mucho tiempo no fue raro encontrar en diferentes catálogos para el turismo, realizados precisamente por instituciones gestoras del mismo y en la revista ‘Valbón’, que aparece simplemente nombrado como “Barrio Judío”, al igual que ocurre con revistas locales, artículos o noticias periodísticas referidas al ámbito local, que no les importa distorsionar la verdad histórica, no se sabe en nombre de qué modas o intereses. Sin embargo es cierto, tal vez porque se sienta en conciencia la sinrazón de tal apelativo, que recientemente se ve en algunas pubticaciones que se le vuelve a nombrar solamente con el apelativo de “Gótico”, excepto en los catálogos promocionados por las instituciones.
Ya se ha dicho que el pueblo era habitado por cristianos viejos en su mayoría, también la exigua proporción de judíos existentes y que la mayor parte de las casas fueron reacondicionadas en los principios del siglo XVIII. Cómo se puede hablar Por tanto de un Barrio de judíos instalados en todo un pueblo de los siglos XVI y XVII?
Se va a tratar de los artículos que se han escrito sobre el “Barrio Gótico” y analizar el motivo de esa nueva denominación totalmente incorrecta e indocumentada.
Ya en el siglo XIX José de Viu, juez de Valencia de Alcántara, escribe un libro llamado “Antigüedades de Extremadura” en 1846, en el que se lee:
- "Es muy digno de observarse, que habiendo en Valencia de Alcántara unas setecientas cincuenta casas, dentro de murallas, se cuentan entre ellas doscientas setenta y nueve portadas uniformes y conocidamente arábigas, sin duda que bajo ta dominación morisca, todas estarían así y que la variación que se nota, procede de la arbitraria reparación de ellas desde entonces. Sin embargo, todavía no ha llegado el turno a estas 279 pero no es tarde".
Muy catastrofista en toda su obra, con el paso de los años, se pudo comprobar que Viu tenía razón en el daño que preveía en las portadas.
También del siglo XIX es el ‘Diccionario histórico’ geográfico de España, realizado por Pascual Madoz, en 1843, Ministro de Hacienda y eminente polígrafo. Todo lo referente a Valencia de Alcántara fue escrito por su corresponsal José de Viu, por lo cual cuanto en él se refleja es una copia de lo escrito en sus libros, redondeando las cifras. Así dice que hay una plaza y veintiséis calles con ochocientas casas y "doscientas ochenta portadas árabes y exactamente uniformes en ojiva".
Como se ve, Viu, poco versado en arte medieval, confunde el estilo y llama arábigas a las portadas ojivales y es desde entonces que empieza a correrse la leyenda de la Valencia árabe y blanca, pues las portadas estaban todas blanqueadas, por estética de entonces y también por prevenir enfermedades, ya que la cal cubría y mataba cualquier germen, leyenda que duró hasta los años sesenta del pasado siglo.
Pasa el tiempo y es en una publicación periódica, dedicada a temas históricos locales, el benemérito "Curioso Averiguador", donde su Director y Alma Mater, Antonio Azuar, en 1908, dice:
- "De esta dominación (se refìere a los árabes), no quedan restos en la Villa, toda vez que las portadas de la mayoría de las casas de las calles antiguas, que se suponen arábigas, deben conceptuar-se a nuestro juicio como pertenecientes al estilo ojival".
De aquí se infiere que Azuar fue el primero que las definió como ojivales o góticas, cosa que algunos quisieron atribuirse más tarde, tal vez pol no haber leído o interpretado bien el pasaje de "El Curioso" o por alzarse con la primacía del hecho.
Bastante tiempo después de lo publicado en "El Curioso", cincuenta y tantos años más tarde, José Bueno sacerdote muy vinculado a Valencia de Alcántara, pues había pasado aquí su infancia, escribió un artículo que titulaba precisamente "El Barrio Gótico de Valencia de Alcántara" en 1965, acuñando por primera vez esta expresión que luego se popularizaría.
J. Bueno fue en realidad el gran impulsor de los temas históricos de Valencia de Alcántara por esas fechas; tenía una vasta erudición y amplios conocimientos que más adelante fue completando. Su interés por la Historia no se centraba en un solo pormenor, sino que abarcaba a cualquier punto temático, aunque su verdadera pasión era la época tardorromana, paleocristiana o visigoda.
J. Bueno sabía que en el grupo de aficionados locales a los temas históricos de la época, era "el primero de la clase" y como tal actuaba, por eso sus artículos de entonces los hace con un sentido dogmático, pero dada su exuberancia y su naturaleza un tanto fantástica, hace que trabajos comenzados con gran visión adolezcan de graves defectos. Su temprana muerte le impidió culminar su obra, que no se circunscribió sólo a Valencia de Alcántara. Dejó muchos escritos y artículos destacando su obra póstuma "Notas para la Historia de Valencia de Alcántara", la cual se la mutilaron horriblemente al imprimirla». In Francisco Galavís Bueno, Consideraciones sobre El Barrio Gótico de Valencia de Alcántara, IMDEX Impresores, Badajoz, Valencia de Alcántara, 2010, ISBN 978-84-613-9484-5.
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