Cantares Gallegos
Lugar más hermoso
nunca hubo en la tierra
que el que Yo miraba,
que aquel que me hiciera.
Lugar más hermoso
del mundo no hallara
que aquél de Galicia,
Galicia encantada!
Galicia florida!
Cual ella ninguna
de flores cubierta,
cubierta de espumas.
De espumas que el mar
con perlas devuelve;
de flores que nacen
al pie de las fuentes.
De valles tan hondos,
tan verdes, tan frescos,
que las penas calman
tan sólo con verlos.
Que en ellos los ángeles
dormidos se quedan,
ya como palomas,
ya en forma de nieblas.
Coidou que eram rosas
garridas e frescas.
Cantaré, Galicia,
tus dulces cantares,
que me lo rogaron
orilla los mares.
Cantaré, Galicia,
en lengua gallega,
consuelo de males,
alivio de penas.
Mimosa, suave,
sentida, quejosa;
encanta si ríe,
conmueve si llora.
Cual ella ninguna
tan dulce que cante
saudades amargas,
suspiros amantes,
misterios de tarde,
murmullos de noche:
cantaré, Galicia,
orilla las fuentes.
Que así me pidieron,
que así me mandaton,
que cante y que cante
en la lengua que hablo.
Que así me mandaron,
que así me dijeron...
Ya canto, chiquillas.
Mirad, que comienzo.
Con dulce alegría,
con blando compás,
al pie de las ondas
que vienen y van.
Dios santo permita
el que estos cantares
de alivio os sirvan
en vuestros pesares;
de amable consuelo,
de suave contento,
cual hartan de dichas
cumplidos deseos.
De noche, de día,
al alba, de tarde,
me oiréis cantando
por montes y valles.
Quien quiera me llame,
con ello me obliga:
que yo he de cantarle
de noche y de día,
por darle consuelo,
por darle contento,
trocando en sonrisas
quejas y lamentos.
Buscadme, rapazas,
viejas y mociños.
Buscadme entre robles,
buscadme entre trigos,
en casa del rico
y en la de los pobres,
porque estos cantares
a todos responden.
Que ayer a la Virgen
ayuda pedí
para que os consuele
en vuestro sufrir,
en vuestros tormentos,
en vuestros pesares.
Mirad, que comienzo,
niñas, Dios mediante!
JDACT