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Linaje e imaginario nobiliario
«En
este trabajo pretendo repasar algunos conceptos y motivos queridos para Luís
Krus, particularmente el de linaje y el de imaginario nobiliario, y lo haré a
partir de algunos textos que él analizó con exhaustividad. Recuérdese que en su
tesis planteó algo tan novedoso como la concepción nobiliaria del espacio
ibérico, precisamente en los livros de linhagens, tanto en lo que se
refiere a la materialidad de las geografías señoriales como, sobre todo, al
mundo de las representaciones del aludido imaginario nobiliario. Según Luís
Krus, el Livro Velho se correspondería con a visão monástico-senhorial
de um Portugal ibérico e rural. En cambio, el Livro do Deão ponía en
valor a revelação hispánica do país régio e urbano. Finalmente, el Livro
do Conde, el más amplio y complejo de todos, implicaría a teorização
do destino hispânico. Antes de proseguir convendría detenerse brevemente en el
concepto de linaje nobiliario. Como ya señaló hace tiempo el profesor José
Mattoso, en el ámbito del imaginario medieval, hay un espacio no pequeño entre
las ideas y el terreno de la práctica. Esto afecta de forma particular a la
noción de linaje. Los medievalistas sabemos que dicha noción abarca realidades
muy distintas y nada uniformes en la plena y baja Edad Media. Como bien
recuerda Bernardo Vasconcelos Sousa, en los livros de linhagens se
aprecia esa clara tendencia hacia la filiación unilineal (masculina) y una
jerarquización vertical de las relaciones sociales. Sin embargo, también
constatamos, incluso a finales del siglo XIV, la existencia de prácticas de
sucesión y herencia bilaterales y de unos vínculos linajísticos muy amplios
donde el elemento central de cohesión es la asunción de un antepasado masculino
común. Este fetichismo del antepasado, generalmente el fundador epónimo del
linaje, es el que planea en la definición de lo que Luís Krus denominaba família
noble.
No
es lugar para entrar en la categorización conceptual de linaje toda vez que no
existe consenso entre los medievalistas y tampoco entre los antropólogos. Está
por trazar la genealogía del concepto y, más aún, la transmisión del vocablo en
los testimonios medievales. Como ha destacado recientemente el profesor José
Carlos Ribeiro Miranda, en el ámbito galaico-portugués la difusión del concepto
de linaje es estrictamente paralela al caso navarro, castellano y catalán. Más
allá del fin legitimador del Liber Regum y después de la historiografía
alfonsí para sus respectivas dinastías regias, el desarrollo social del
concepto tiene uno de sus espacios en la literatura trovadoresca, con un sentido
sincrónico, y sobre todo en los livros de linhagens, donde el linaje se
materializa como realidad social y autoimagen. Recientemente, y aquí aprecio en
mi obra la influencia de Luís Krus, me he preguntado si esas ideas sobre el
linaje y la nobleza, aunque formuladas por autores concretos, incluyo aquí a
los refundidores y copistas, pueden seguir siendo abordadas como una suerte de macrotexto.
Creo imposible, incluso para la escala demográfica de un reino como Portugal,
interpretar que estas ideas identifiquen a un estrato uniforme. La nobleza
medieval se caracteriza por su diversidad y, sobre todo, por la pulsión
jerárquica y competitiva que implica la exclusiva particularidad de cada
linaje. Esto es lo que modula, en última instancia, que cada narrativa
conservada obedezca a estrategias discursivas particulares. Para los livros
de linhagens Luís Krus destacó que, a pesar de su imagen de conjunto, el
objetivo de cada narrativa es subrayar el propio linaje en oposición al ajeno,
aunque existan nexos reticulares entre unos y otros como demanda la lógica
exogámica de la alianza. En este sentido, la idea de un macrotexto nobiliario
quizá sea más fértil si se formula en términos de pluralidad de hebras
macronarrativas, en expresión de Donald Maddox.
Luís
Krus asumía esta doble perspectiva, pero con un sesgo que iba más allá de la histoire
des mentalités. Dicho sesgo, implícitamente, liga la obra de Luís Krus con
los paradigmas de la antropología interpretativa y antes que ella, con Max
Weber. Clifford Geertz, referencia ineludible de la antropología actual, se
sentía deudor de este último cuando definía al hombre como un animal inserto
en tramas de significación que él mismo ha tejido. En su tesis doctoral y
en muchos de sus penetrantes artículos Luís Krus está próximo a esta
conceptualización de la cultura, sin conocerla, al tiempo que ejerce esa
descripción densa geertziana que, como el resto de discípulos del profesor José
Mattoso, ha sido una marca de escuela en la mejor tradición del medievalismo
europeo. Ponerse en la piel del nativo, aquí el fidalgo portugués, está
en el espíritu y en la letra de su obra, sin dejar de lado la sana distancia y
su talento como observador de las experiencias ajenas». In Arsenio Dacosta, (data do
texto: 5 de Outubro de 2015), Geografías imperfectas, linaje y poder en la
obra de Luís Krus, Universidad de Salamanca, Psicologia Social y Antropologia, Revista
Medievalista, Nº 20, JUL-DEZ, 2016, ISSN 1646-740X.
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