«Hipatia, matemática brillante,
neoplatónica elocuente y famosa por su beleza, fue brutalmente asesinada en el
año 415 por una turba de cristianos
de Alejandría. Desde entonces ha sido una leyenda. En su libro, Maria Dzielska
va más allá de la leyenda para ofrecernos la historia verdadera de la vida y la
muerte de Hipatia, además de nuevas ideas sobre su mundo. Historiadores,
poetas, novelistas victorianos y feministas actuales han visto en Hipatia un símbolo del ocaso de la
cultura clásica y de la libertad sexual. Dzielska nos retrotrae a la Alejandría
de los días de Hipatia, construye un cuadro convincente y lleno de color de los
discípulos y enseñanzas de la joven filósofa y aclara lo que el asesinato de
Hipatia revela sobre las tensiones de esa época tumultuosa.
La leyenda literaria de Hipatia. La
tradición moderna
Mucho
antes de los primeros intentos académicos por reconstruir una imagen fiel de
Hipatia, su vida, marcada por las circunstancias dramáticas de su muerte, había
quedado envuelta en la leyenda. Embellecida artísticamente, distorsionada por
emociones y prejuicios ideológicos, la leyenda, que disfrutó de amplia
popularidad durante siglos y dificultó los esfuerzos de los estudiosos para
presentar de manera imparcial la vida de Hipatia,
todavía persiste en la actualidad. Si se pregunta quién era Hipatia, la respuesta
más probable será: … una filósofa pagana, joven y hermosa, que en el año 415
fue despedazada por monjes (o, de manera más general, por cristianos) en
Alejandría. Esta respuesta tan trillada no estaría basada en fuentes
antiguas, sino en una gran cantidad de documentos literarios e históricos, de
los que se estudia en este capítulo una muestra representativa. La mayoría de
esas obras presentan a Hipatia como víctima inocente del naciente fanatismo
cristiano y su asesinato como señal de la desaparición, junto con los dioses
griegos, de la libertad de investigación.
Hipatia
aparece por primera vez en la literatura europea en el sigloXVIII. En la época
de escepticismo que se conoce históricamente como la Ilustración, diferentes
escritores la utilizan como instrumento en las polémicas religiosas y
filosóficas. En 1720, John Toland,
protestante convencido en su juventud, publica un largo ensayo histórico
titulado Hypatia or, the History of a Most Beautiful, Most Virtuous, Most
Leamed and in Every Way Accomplished Lady; Who Was Tom to Pieces by the Clergy
of Alexandria, to Gratify the Pride, Emulation, and Cruelty of the Archbishop,
Commonly but Undeservedly Titled St. Cyril [Hipatia, o la historia de
una dama de gran belleza, virtud y sabiduría, competente en todo, que fue
descuartizada por el clero de Alejandría para satisfacer el orgullo, la envidia
y la crueldad del arzobispo, a quien se conoce, de manera universal, aunque
inmerecida, como san Cirilo]. Si bien Toland utiliza para su relato fuentes
como Suda, la enciclopedia del siglo X, empieza por afirmar que la parte
masculina de la humanidad ha quedado deshonrada por los siglos de los siglos
por el asesinato de la encarnación de la belleza y el saber; los varones
habrán de avergonzarse para siempre de que haya podido hallarse entre ellos
alguien tan brutal y salvaje como para, en lugar de embriagarse con la
admiración de tanta belleza, inocencia y sabiduría, manchar sus manos, de la
manera más bárbara, con la sangre de Hipatia, y sus almas impías con el
indeleble estigma de haber cometido un asesinato sacrilego. Al relatar la
historia de la vida y muerte de Hipatia, Toland se centra en el clero de
Alejandría, encabezado por el patriarca Cirilo. Un obispo, un patriarca, más
aún, un santo es el promotor de una acción tan espantosa, y su clero el
ejecutor de furor tan implacable. El ensayo de Toland causa gran revuelo en
los círculos eclesiásticos y provoca la réplica inmediata de Thomas Lewis en un
folleto titulado The History of Hypatia, a Most Impudent School-Mistress of
Alexandria. In Defense of Saint Cyril and the Alexandrian Clergy from de
Aspersions of Mr. Toland [La historia de Hipatia, una desvergonzadísima
maestra de Alejandría. En defensa de san Cirilo y del clero de Alejandría
contra las acusaciones del señor Toland]. Pero la obra de Toland goza en
general de una acogida favorable entre la elite de la Ilustración. Voltaire
explota la figura de Hipatia para
manifestar la repugnancia que le inspiran la Iglesia y la religión revelada. En
un estilo similar al de Toland, escribe sobre san Cirilo y el clero de
Alejandría en Examen important de Milord Bolingbroke ou le tombeau du
fanatisme [Examen importante de milord Bolingbroke o la tumba del
fanatismo] (1736). La muerte de Hipatia
es un asesinato bestial perpetrado por los sabuesos tonsurados de Cirilo,
con una banda de fanáticos a sus espaldas. Hipatia es asesinada, afirma Voltaire, porque cree en los dioses
helenos, las leyes de la naturaleza racional y la capacidad de la mente humana
liberada de dogmas impuestos. De ese modo el fanatismo religioso ha llevado al
martirio de genios y a la esclavización del espíritu.
Voltaire
vuelve a Hipatia en su Diccionario
filosófico. Allí afirma que enseñó a Homero y a Platón en Alejandría
durante el reinado de Teodosio II y que los sucesos que concluyen con su
muerte están instigados por san Cirilo, que lanza a la chusma cristiana
contra ella. Aunque no olvida citar sus fuentes, Damascio, Suda y los
hombres más sabios de la época, Voltaire hace de ellas un uso bastante
desdeñoso; y, a mitad de una serie de graves acusaciones contra Cirilo y los
cristianos, añade una ocurrencia de tertulia, perfectamente grosera y necia,
sobre su heroína favorita:… cuando se desnuda a mujeres hermosas, no es para
perpetrar matanzas. A decir verdad, nos quedamos a oscuras sobre si el sabio
de Femey se burla de sus lectores, de las ideas que propugna con tanto
entusiasmo o de Hipatia. Voltaire
manifiesta la esperanza de que el patriarca Cirilo haya pedido perdón a Dios y
de que Dios, en efecto, se haya apiadado de él; Voltaire en persona reza por el
patriarca: … ruego al padre misericordioso que tenga piedad de su alma».
In
Maria Dzielska, Hipatia, de Alejandría, Epublibre, bigbang951, 23-7-14, tradução
de José Muñoz, Proyec Scriptorium, Ex-Libris, 2004, Wikipedia.
Cortesia
de Epublibre/Wikipedia/JDACT