A China e o Cataio. Pequim e Khanbalik
«(…)
Xavier já tinha ,ouvido falar em Kashmir das igrejas do Tibet. O Cataio ficaria para além? Mas logo,
na terceira carta, de 1598, alonga
as distâncias, colocando na Tartária aquele pais do Veneziano, que parecia
ir-se afastando, envolvido em bruma, à medida que era procurado. Corria-se em
nova demanda do Preste João.
NOTA: Esta carta, no
dizer de D'Elia, nunca foi publicada, dando-a ele à estampa na edição
das obras de Ricci. Pelo seu interesse e novidade aqui a reproduzimos:
El 2º punto es que el reyno o reynos del Catajo, que es lo que dizen los
antiguos Tartaria y es finis terrae
orientalis, quasi los más son christianos, como después de lo aver oydo a
otros, finalmente lo oy a un moro anciano, rico, que, estando yo presente, dixo
al Principe que estuviera allá treze años, y a mi me dixo un dia (yendolo a
buscar para esso) que, aunque ay allí moros y judios, los más son christianos.
Tienen ygleseas grandes, no circuncidan los hijos, sino que los lavan en la
cabeça con agua los padres en la yglesia (que es el bautismo). Tienen padres
que visten de negro com bonetes aunque más altos que los nuestros; dize que vió
al Rey a la Yglesia algunas vezes, que cada ciudad tiene diez, doze, yglesias
grandes; tiene un padre grave a quien hazen todos mucha honrra. Vea Vuestra
Paternidad si son buenas señas estas dadas por moro que estuvó allá, treze años?
Estos forzadamente han da tener mil ignorancias, como quien carece de
comunicación del Papa. Dixone más que tienen hombres recogidos en casas, que no
se ocupan sino en oración y penitencia, y que hay casas de mugeres de la misma vida
que no se casan, y que los padres no se casan, a lo menos los grandes. Quis
comtemnet populum istum qui tam decorasleges & mores habet, ut non pro his
merito pugnare debeamus? Por las historias de padres de S. Domingo y
por S. Antonin de P. se sabe que averá trezentos años se fueron allá religiosos;
unos se tornaron, outros llegaron, tandem
se hizieron christianos, no se sabe más; agora se sabe esto. El camino para yr es
venir a este Lahor (si ya no digo embiar algunos de los que acá están &c.).
Y este Rey tiene tierras por aquella parte; hasta Caximir todo es suyo. De ay
ban a Tebat, que es de un Rey que es como subdito deste, a lo menos muy su
amigo; e con cartas suyas dará ayuda a pasar de allí hasta Casgar; que de aquí
a Casgar ay un mes de camino, y Casgar al Xhambalu, Cambalu, donde reside el
Rey, ay tres meses de camino. y la 1.ª ciudad de aquel reyno es de christianos
con yglesias, según dize este moro. Y aún es fama de los mercadores que vienen de
allá, que en el reyno de Tebat el grande (que está más junto al Xhetaij) ay christianos,
yo les escrevi de Caximir (no tuve tiempo para aver respuesta). Assi que por
esta parte es muy facil la entrada a aquellas regiones. El mdão de yr es, o
como mercader, o como embaxador del Rey de Casgar o del Turco a quien conocen;
y tiene el Turco embaixador suyo allá; mas como embaxador de Casgar puede yr
por via deste Rey. Podia en lo interior ser mandado por el Papa on en lo exterior
com patente para él y cartas &c., y algún paquete de algunas buenas
ymágines y piezas para este Rey; con todo esto en el hasta las puertas de aquel
reyno. Vuestra Paternidad lo vea y haga lo que in Domino le pareciere. Estos
tres indiños hijos suyos estamos oferecidos a todo. Vengan outros en nuestro
lugar o como fuerit voluntas in coelo, sic fiat. (Archivio Romano della Compagnia
di Gesù, Goa.
Nesse
escrito, dirigido ao geral Acquaviva, sugere o itinerário, para ser
explorado pelos missionários que fossem escolhidos: Lahore, na corte do
grão-mogol, onde estava, devia ser o ponto de partida; depois, uma tirada a
Kashmir, daí ao Tibet, terras que dependiam do imperador, donde passariam a
Casgar, trajecto já deles çonhecido. Para chegar a Cambalù seriam precisos
mais três meses de caminho. A última fase da jornada era assim imprecisa, como
o tactear aqueles imensos horizontes. No entanto a preocupação dominante,
daquela banda dos nossos, era encontrar cristãos para localizar o Cataio».
In
Eduardo Brazão, Em Demanda do Cataio, A Viagem de Bento de Goes à China,
1603-1607, Gráfica Imperial, 2ª edição, Lisboa 1969.
Cortesia
de Gráfica Imperial/JDACT