sábado, 17 de dezembro de 2011

Cátaros. Jesus Mestre Godes. Um problema religioso, um pretexto político: «Tenemos dos territorios perfectamente establecidos. Los de la lengua de Oc y el del territorio político, que muy bien pudo ser el del Lenguadoc del siglo XIII. En esta etapa de la Baja Edad Media se impone prudencia en el momento de establecer límites y demarcaciones…»

jdact

Lenguadoc, século XIII
El marco

«Fernand Niel continua informándonos:
  • ‘De sus vasallos los más influyentes eran los vizcondes de Carcasona, Béziers, Albí y Rasés, de la dinastía Trencavel [...] el vizcondado deNarbona, limitado a la ciudad y a algunas posesiones en la parte oriental de las Corbières’.
Esta segunda descripción de Niel nos define lo que se denomina el Bajo Lenguadoc.

Ahora tenemos, por lo tanto, un territorio políticamente claro, el cual nos permitiremos llamar Lenguadoc. Una cosa es indiscutible, que el territorio de los condes de Tolosa, el de los Trencavel y el vizcondado de Narbona es mucho más reducido que el territorio lingüístico. Pero pese a todo nos hallamos en condiciones de llegar a una sintesís; hay dos barreras naturales al este y al oeste: los ríos Ródano y Ardèche; el Garona y el Ariège.
Al sur las Fenouillèdes y el Rosellón cierran el Lenguadoc. Y al norte, el límite más difícil de precisar, las ciudades de Tolosa, Montauban, Albí, Millau, Lodève, Alès forman este posible cinturón de límites.

Tenemos dos territorios perfectamente establecidos; los de la lengua de Oc y el del territorio político, que muy bien pudo ser el del Lenguadoc del siglo XIII. En esta etapa de la Baja Edad Media se impone prudencia en el momento de establecer límites y demarcaciones, puesto que aun sin el cataclismo que en breve los iba a desdibujar, el país era constante escenario de riñas, pequeñas o grandes escaramuzas entre señores y vasallos, fieles al homenaje pero desmemoriados en cuanto había que traducirlo en actos. Los territorios cambiaban con mucha frecuencia de amo, debilitando o engrandeciendo unos límites que, como hemos visto, ya era de por sí problemático fijar.

Cortesia de wikipedia 

Pasemos a otro estadio: el Lenguadoc de los cátaros, el Lenguadoc de la Cruzada, que, simplificando, debemos considerar como un mismo país. Emmanuel Le Roy es bastante concreto al respecto:
  • «desde 1165 la nueva iglesia está sólidamente instalada en Tolosa, AÌbí, Agen, Pamiers, Carcasona. Las comarcas más "infectadas", el Lauragués, el Tolosano, el Cabardés,las Corbières. Al margen de Béziers, el Bajo Lenguadoc está poco afectado».
Belperron, por su parte, cree que todo el dominio de los condes de Tolosa y de los vizcondes Trencavel era terreno donde, en mayor o menor grado, se había establecido la herejía. Este último amplía, pues, por la parte del norte, el Agenés, el Quercy, el Rodés, los limites trazados por Le Roy. De los tres narradores dela Cruzada, de los cuales hablaremos extensamente más adelante, sólo Guillermo de Tüdela nos sitúa en este universo cátaro:

Ben avet tug auzit coment la eretgia
Era tan fort monteia...
Que trastor Albiges avia en sa bailia
Carcasses, Lauragues tot la major partia.

Allí donde la herejía estaba implantada de forma manifiesta era en el Albigés, el Carcasés y el Lauragués. Tudela afina el núcleo, el corazón de la fruta herética, los de “major partia”. El canónigo Griffe apenas difiere en sus apreciaciones de las del contemporáneo Tudela:
  • «nos sitúan la herejía en la parte occidental de Narbona y el Albigés. En vísperas de la cruzada, la región circunscrita por las ciudades de Tolosa, Albí y Carcasona constituye el bastión del catarismo de Lenguadoc».
Una vez conocido el marco del país, pasemos a indagar cómo era el Lenguadoc a principios del siglo XIII». In Jesus Mestre Godes, Els Cátars, Problema religiós, pretext politic, Cathari, Ediciones Península, 1997, ISBN 84-8507-710-8.

Cortesia de Península/JDACT