quinta-feira, 18 de outubro de 2018

Mujeres Peninsulares entre Portugal y España. Maria Isabel B. Carneiro. «… con otra hija de los Reyes Católicos, la jovencísima Doña María, que sale de España en 1500. El casamiento se celebra en Alcácer do Sal, a 30 de octubre»

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«(…) Recién llegada a la Corte, la nueva consorte sufre el agravio de que, indiferente a su belleza, el marido pone los ojos en una de sus damas, la portuguesa Guiomar de Castro. Tal rechazo bien podría haber sido la causa de que su hija homónima, nacida en 1462, tuviera por padre a Beltrán de la Cueva. Sea como fuere, el, quizás injustificado, apodo de Beltraneja supuso para la infortunada princesa ver en el trono que le pertenecía a la hermana de su padre. Caro pagó las liviandades de una madre infeliz! Lo cierto es que ni el propio Alfonso V de Portugal pudo ayudar a su sobrina; y la madrileña Doña Juana murió en Lisboa el año 1530, sin renunciar a su condición de reina de Castilla. La madre había dejado de existir en Madrid el 13 de junio de 1475 (se retiró a vivir ejemplarmente en el convento de San Francisco en un cuarto sobre la portería. En 1475, es la primera reina que en Madrid acaba sus días, los Reyes Católicos le hicieron un rico mausoleo de alabastro fino sobre cuya tumba nos informan Quintana, León Pinelo, Argote de Molina, en sus conocidas historias locales. Marañón recuerda que a ella se le debe la introducción del guardainfante para ocultar sus concepciones ilegítimas). En 1465 había ido a Portugal en infructuoso viaje para pedir ayuda contra los nobles que habían proclamado rey al Infante Don Alfonso, en Ávila.
La infanta española Isabel, hija de los Reyes Católicos, sale de España en 1490, para casarse con el Príncipe heredero D. Alfonso, hijo de los reyes de Portugal Juan II el Magno y Doña Leonor. Don Alfonso muere en Santarem el 12 de julio de 1491. Esta muerte y el asesinato de Juan II, en 1495, determinan el acceso al trono de Don Manuel I el Afortunado, que decide tomar por esposa a la infanta viuda. El contrato se firma a 30 de septiembre de 1496; Isabel entra de nuevo en Portugal al año siguiente. Previsiblemente, la providencia parecía destinarla a un papel más importante que el de reina regente. La prematura muerte de su hermano Don Juan, en 1497, sin descendencia, la había convertido en heredera del trono de Castilla y posiblemente de Aragón; cuando menos, su hijo Don Miguel ceñiría las tres coronas. A efectos de este reconocimiento, vuelve a España para verse con sus regios padres. La parca implacable actúa de nuevo y cambia el rumbo de las dinastías portuguesa y española. Isabel muere de parto en Zaragoza, en agosto de 1498; dos años después, el infantito Don Migue.
Manuel I necesita descendencia. Nada mejor que cubrir la vacante con otra hija de los Reyes Católicos, la jovencísima Doña María, que sale de España en 1500. El casamiento se celebra en Alcácer do Sal, a 30 de octubre.

Raras vezes na história dos povos, uma árvore genealógica produziu tantos ramos que se entrelaçaram num sistema de alianças que cobriu totalmente o século XVI. Tem interesse a sua enumeraçao, porque a crise dinástica de 1580 radicou na sucessao dos filhos de D. Manuel e D. María, cuyos herdeiros invocaram entao os mais hábeis argumentos para a obtençao do trono vago. Por isso, a descendência d’O Venturoso merece ser considerada pelas implicaçoes que teve, nao apenas no quadro nacional, mas ainda na história europeia do tempo.

De los siete vástagos que procrea este matrimonio, dos de ellos, Don Juan, el heredero, e Isabel se destinan respectivamente a Catalina y Carlos, hijos ambos de Felipe el Hermoso y Juana la Loca. La vida de la reina Doña María fue breve, pero fructífera e intensa. Quizás convenga también a ella el apodo de afortunada: le cupo en suerte participar de uno de los períodos más gloriosos y prósperos para la historia de Portugal, política y culturalmente. Se vió inmersa en la estética del fausto, una de cuyas plasmaciones artísticas la constituyó el arte manuelino… Digamos que, cuando menos, fue una espectadora privilegiada y a la vez protagonista de lo que en el argot teatral se llama un papel bombón». In Maria Isabel Barbeito Carneiro, Mujeres Peninsulares entre Portugal y España, Doctora en Letras por la Universidad Complutense de Madrid, Península, Revista de Estudos Ibéricos, nº 0, 2003.

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